Sobre Cisnes y Elefantes Negros

Últimamente hemos visto numerosos titulares de periódico que afirman que el Covid-19 nos ha sorprendido e impactado de tal forma que muchos afirman que se trata de un Cisne Negro. Pero nada más lejos de la realidad: Un Cisne Negro es un acontecimiento altamente improbable, de impacto sin precedentes y explicable únicamente a posteriori. Analicemos primero qué no es el Covid-19 para poder después intentar entender qué sí es.

¿Altamente improbable?

En primer lugar, ya hemos sufrido en el pasado pandemias devastadoras a lo largo de nuestra historia (viruela, sarampión, peste, VIH…). Virus que se propagan a una velocidad alarmante y que según los expertos son cada vez más probables, por lo tanto, la aparición de un virus como el Covid-19 estaba lejos de poder considerarse un evento altamente improbable.

Nuestra sociedad globalizada y la gran capacidad de movilidad de la que disfrutamos hoy en día en un mundo hiper-conectado, no hace sino incrementar la probabilidad de propagación hasta convertirse en una pandemia. Lo que ocurre es que, como sociedad, nos cuesta aceptar que sea así. ¿Por qué? Porque como especie nos cuesta aceptar nuestra propia vulnerabilidad.

Esa fragilidad es algo con lo que el hombre nunca se ha llevado demasiado bien, pero que es una realidad evidente en estos días. La no-aceptación de esta vulnerabilidad como algo intrínseco a nuestra naturaleza es, de hecho, uno de los motivos que nos ha llevado hasta aquí y que nos hace negar o aceptar lo evidente: que un simple virus no sólo es altamente probable si no que se puede convertir en una amenaza que no podemos controlar. Esa es la razón por la que tantos países hemos tardado en reaccionar y permanecíamos en un estado irracional de negación.

De hecho, si tiramos de hemeroteca, podemos encontrar numerosas referencias y artículos que ya avisaban de la alta probabilidad de una pandemia. Véase las recomendaciones en este artículo de El País de 2019 donde diversos organismos, entre ellos la OMS y la ONU, venían ya advirtiendo sobre la necesidad de prepararnos para una muy posible pandemia mundial.

¿Impacto sin precedentes?

Muchos afirman que la pandemia era un cisne negro. ¿Pero es eso cierto?

En segundo lugar, todavía no sabemos de qué forma ni en qué grado nos impactará. Aunque ya podemos vislumbrar que su repercusión será importante en el medio-largo plazo; para que el Covid-19 sea considerado un Cisne Negro, además de ser altamente improbable (que no lo era), debería también cambiar de forma radical la forma en que funcionamos en el mundo. Y eso es algo que todavía no podemos calibrar.

Si bien es cierto que nos encontramos a las puertas de una nueva crisis, no todas las crisis (sanitarias o económicas) han tenido necesariamente el calado mundial del nivel de los Cisnes Negros que conocemos: el crack del 29, la aparición de internet, la II guerra mundial o el ataque al WTC, por citar algunos ejemplos. No negamos que quizá este sí sea uno de los elementos que podría cumplir el Covid-19, pero todavía no lo sabemos.

Por lo tanto, es necesario todavía que pase el tiempo y ver en qué medida y cómo nos cambiará como sociedad global para poder medir su impacto. Aún así, como comentaba antes, simplemente con no cumplir con el punto número uno, la alta improbabilidad, el Covid-19 podría ya descartarse como Cisne Negro.

¿Explicable únicamente a posteriori?

Por último, y no por ello menos importante, la explicación racional y prospectiva de la pandemia del Covid-19 no sólo era posible, si no que de hecho se llevó a cabo. Una futura y potencial pandemia de este calado había sido extensamente documentada y advertida por numerosas publicaciones especializadas en Future Foresight (algunas se remontan incluso a 1997).

Muchos de aquellos que a día de hoy se llevan las manos a la cabeza o intentan convencernos de que no era posible imaginarlo, sabían que esto podría llegar a ocurrir y decidieron no preparase para ello. Incluso Bill Gates ya advertía en 2015 a los líderes mundiales sobre la necesidad y urgencia global de anticiparse y prepararse para este tipo de acontecimientos. Es a esos mismos líderes a los primeros a los que les interesa que los medios clasifiquen este virus como un Cisne Negro.

Entonces, ¿que sí es el Covid-19?

El Covid-19 sí que es un peligro evidente que se ha ignorado. Si todavía alguno tiene la necesidad de ponerle una etiqueta al dichoso virus, podríamos decir que se trata de lo que los expertos en estudios de futuros denominan un Elefante Negro (Gupta, 2009). Sí, la cosa va de animales y de colores.

Un Elefante Negro es, según palabras literales y que nos hemos tomado la libertad de transcribir del blog Postfuturear (Elisabeth Roselló):

  • Pronosticable, hay conocimientos y datos que pueden concluir en preverlo como posibilidad*
  • Incluso con bastante probabilidad de suceder*
  • Sus factores de emergencia son pormenorizados, o traducido, las posibles “causas” suenan muy locas, catastróficas, hilarantes, implausibles o poco importantes, y no se les hace ni caso*
  • Suele ser ignorado, además de por quiénes reciben la información de estos posibles eventos (depende, pueden ser empresas, pueden ser gobiernos…) por parte de la población por distintos motivos y el contexto (en muchas ocasiones, o se mezcla con información conspiranoica sobre todo cuando parece muy absurdo, o simplemente no se distribuye)*
  • Cuando sucede, genera una sensación emocional y racional parecida a como si fuera un cisne negro*

*Fuente: Blog Postfuturear

Deja un comentario